martes, 22 de septiembre de 2009

INDI(e)GENTE

He vivido en la indigencia…durante una hora…, pero lo he hecho. La calle es dura, te curte, tratas de aprovechar cualquier oportunidad, son pocas, pero estás al acecho, no se pueden escapar…

Hallarme en tan apurada situación no ha sido si no el fruto de años de esfuerzo, minucioso empeño en sumar despistes, olvidos y atolondramientos. No resulta fácil, un ligero desazón convive con la boca de tu estómago, te acostumbras, incluso encuentras cierto placer en ese malestar, puro goce-diría cierto psicoanalista francés (1)-.
Pequeñas situaciones que te hacen mantenerte en el límite, sin la comodidad de tener todo resuelto; como si el mirar soslayadamente al abismo, volteada por las arremetidas de tu propia pulsión de muerte, te avivara y mantuviera despierta. No se trata de grandes riesgos ni hazañas, cada cual lo hace a su manera y medida, en mi caso son nimiedades, que en determinado momento y lugar coinciden y se convierten en un pequeño mal trago.


Faltan 15 minutos para que llegue el tren que va de mi trabajo a la estación de Cadorna, he agotado el bono semanal y sólo tengo 1,5 euros, opciones: comprar un billete de un viaje o, pimplarme una cola light -con ese dinero-, fumarme un cigarro y comprar el bono en Cadorna… ¡lo segundo! En esta estación no hay que pasar por ninguna maquinita, nunca he visto a un revisor…me voy a colar.
Me acomodo en el destartalado vagón, ningún Cashiragi a la vista, me siento al lado de una señora gorda, de las pocas que he visto por esta ciudad, me gustaría preguntarle que le ha llevado a semejante digresión, social y dietética.
Un señor vestido con camisa azul y pantalones oscuros se adentra en el compartimento, es un uniforme y las letras ATP (2) grabadas en la pechera me golpean en el entrecejo…es el revisor…. (=multa, multísima). Cierro el libro, fijo la mirada en la portada, Borges me resulta inspirador; ¡¡Ficciones!!(3) Eso es, disimula Iria, tranquila…inspiro hondo y aparentando la mayor tranquilidad saco un viejo billete de mi bolsillo, pongo mi mejor sonrisa: “¿Spagnola?”Sí.”¿Barcelona?”Sí claro mi amor de donde tu quieras, trae para aquí el billete…ArrivederLa”adios, adios…Primera prueba superada….ni si quiera ha mirado la fecha…
Llego a Cadorna, apresurada me dirijo al expendedor de billetes, no me acepta la tarjeta, tampoco la Visa, pruebo con todas, no acepta ni la del Carrefour…Busco un cajero, tengo prisa, tengo hambre…encuentro uno en la escalinata, marco el pin, error, otra vez, error…¡me he olvidado del número! Sé que lo tengo escrito en algún sitio…¡claro!, en el móvil español camuflado entre los dígitos del teléfono de una tía abuela que nunca existió…me lo he dejado en casa…sin dinero, sin billete, sin móvil español, ni italiano(en mi bolso sin batería)…
Con la cara desencajada me dedico a entrar y salir de la estación de metro, mientras tanto en las escaleras le hacen fotos a un señor con cara de premio Planeta tardío (4) embutido en un frac; supongo que seré el fondo de tan esperado y rezagado homenaje en algún dominical nacional…Me planteo colarme de nuevo, deslizarme contracorriente entre la barrera y la gente que acaba de llegar …merodeo, me aproximo y me alejo…no me atrevo…salgo de nuevo, agoto otro cigarro…¿y si vendo el paquete de tabaco? ¡Sólo necesito un euro! ¡Maldita coca-cola!Rebusco en el bolso, consigo la formidable cantidad de 7 céntimos…vuelvo a bajar, ¡flash! otra foto al premio planeta…Estoy agotada, atrapada en Cadorna, los ojos dislocados y la mueca torcida…miro desesperada a mi alrededor, nadie se percata de mi situación, aunque alguno parece que me mira pensando: “pobrecilla, mírala como ha acabado…con lo que prometía esta chica…”.
Finalmente decido recurrir a la autoridad del lugar…el que controla las puertas, ¡vaya! Le explico lo sucedido, aquí ni sonrisa ni leches…” ¿Spagnola?”, sí,” ¿Barcelona?”, sí claro mi amor, de donde tú quieras, ábreme la puerta…(5)


(1) Jacques Lacan.
(2) Empresa pública de transportes.
(3) “Ficciones”, J.L.Borges, Alianza Editorial.
(4) Álvaro Pombo.
(5) En Italia todo español, hasta que se demuestre lo contrario, es de Barcelona, si el CIU supiera…

2 comentarios:

FPL dijo...

Ays!!!!! encantadora cabeza de txorlito!!

Aunque ya conocía detalles de tu "aventura" ,al leerte he sido capaz de imaginar cada rictus, cada vaiven.. me gusta como escribes, pero..... cabeza de txorlito!!!!!!!!!!!! jajaja. Vale! forma parte de tu encanto. muás y más muás. :)

iaiao dijo...

perdona que no me pare, pero es que llevo algo de prisa...y no llevo nada suelto ;)