sábado, 5 de septiembre de 2009

Benvenuta

Bienvenida, benvenuta, welcome, bienvenue,boas-vindas, ongi etorri….

Así comenzaría mi guía si con esto de la psiquiatría no llego a ninguna parte. Una guía con un título ambicioso para un contenido vacío, del tipo” Cuatro conceptos básicos para sobrevivir la primera semana de prácticas. Usos, costumbres, advertencias y consejos varios”.
Los ejemplos prácticos irían: desde el tutor que se va de vacaciones a los dos días, te enteras por una enfermera a las 8 de la mañana, y no lo vuelves a ver hasta el último día que garabatea su nombre en la hoja de calificación, al lado de un enorme espacio vacío donde tú te encargas de poner una clara A en estilo Times New Roman Tamaño 20000- Brescia,Italia- pasando por el mes de festejos, comitivas de bienvenida y excursiones a todos, absolutamente todos los departamentos del hospital, incluida la presentación oficial,con foto,del director del complejo hospitalario y decano de la facultad-Nara, Japón- y sin olvidarnos del flamante: “si vienes bien, si no también”-obra de un ginecólogo de Santiago, convertida por una joven estudiante en un “me voy a Barcelona de fiesta que toca Kathleen Hannah, soy universitaria y mola el riot grrrl”:

http://www.youtube.com/watch?v=-SyBR-M2YvU

En esta ocasión la modalidad es la que llamaremos: “degradé”: primer día reunión con el supercapo (1), segundo día encuentro con el menos-capo, tercer día convivencia con los residentes, alias “lo que diga el capo”.

El supercapo me había convocado a las 11 de la mañana en un hospital con nombre de apóstol. Buena hora, piano,piano, dos vueltas al hospital, subir y bajar varias plantas, “dritto, dritto,dopo sinistra”(2) hasta que encontré el ascensor que llevaba a las alturas, al último piso, el más alejado…la planta de psiquiatría.-Siempre me ha llamado la atención esta costumbre logística de los gestores y arquitectos correspondientes de colocar la psiquiatría bien alto, cerquita de Dios-
Supercapo no es que fuera mal hombre, es que era milanés. Edad avanzada, altura considerable y figura delgada, sonrisa seductora y modos juveniles, se balanceaba en su silla mientras me “hocicaba un poco” y rodeaba sus largas piernas con sus brazos, permitiéndose en su bamboleo inclinarse un poco más hacia mi para ya sabéis, una mejor “hocicación”. Resuelta su curiosidad se recostó sobre el respaldo y comenzó a hacer las gestiones pertinentes. Después de intercambiar tropecientos mails nadie parecía saber donde debían colocarme y yo repetía en mi precario italiano”Domenico, Domenico Cosenza” (el psicoanalista con el que he pedido la rotación), y mi ecolalia no cesaba “Domenico, Domenicooooooooo”. Cuando sentí mi cara desencajada, el capo me intentaba explicar algo al a vez que llamaba a alguien, sudaba, traté de recomponerme, me encontraba en el hall de entrada de no una, si no dos unidades de Psiquiatría de Agudos…existen los ingresos involuntarios…
Half in english, mezzo in italiano, resolvimos el entuerto y comenzó mi parte preferida: presentaciones varias, busqueda de la “porta maletas” de turno y circuito turístico por el hospital. “Ciao, ciao, Dotoressa Ilia, itria, iria, benvenuta”

La planta del supercapo no tenía nada de particular, exactamente igual sobre el plano a la del otro lado del hall, simétricas, pero esta última tenía su propio supercapo. Si te colocabas en el punto medio del recibidor, equidistante de ambas puertas de las unidades y mirabas de pasada parecía que una de ellas no existía y era el reflejo en un espejo de la otra, pero si mirabas con un poco más de atención-buscando las 7 diferencias- había una cosa que las convertía de un “portazo” en unidades totalmente distintas. Un portazo, sí, porque en el lado de mi supercapo la puerta estaba abierta, nada coartaba el flujo de pacientes desde allí al resto del hospital, bajaban a la entrada, al a cafetería, volvían a echar un cigarro…mientras que a la “sinistra”…el tintineo de las llaves parecía adormecer a los paciente que vagaban arrastrando los pies de un punto al otro del escaso pasillo. La puerta se abría con enorme precaución, chirriando en mis oídos las tres vueltas de llave que daban al alejarse las enfermeras. En mi imaginación una negra nube apareció sobre la sinistra y un radiante arco iris parecía adornar la derecha, música de Belle and Sebastian y todos de la mano…Hata que mi guía apoyó su mano sobre mi hombro y, protegida en su bata blanca, me explicó que era un “proyecto de investigación”, ¡¡un proyecto de investigación!! pensé sobresaltada, ¿¿pero es que tú no estás viendo el arco iris!!??


(1)capo, además de ser el jefe de la mafia, es el jefe en general, claro que capo también quiere decir cabeza y prenda de vestir…
(2)”recto, recto, luego a la izquierda”

5 comentarios:

con la histeria en la maleta dijo...

la puerta se abría sin h!!!

iaiao dijo...

Qué más da cómo se abría la puerta !!!

Deseando saber más del supercapo y del proyecto de investigación/arco iris...acabaré enganchada a tu vida milanesa como a una telenovela venezolana, lo presiento.
Por cierto, esto tiene efectos secundarios: irrefrenables ganas de ver Cabaret, El mago de Oz y Alguien voló sobre el nido del cuco.
Algun consejo, dottoressa ??

Bicos

con la histeria en la maleta dijo...

ja,ja,ja y yo empezaré a autodenominarme Cristal o Florinda,no?
Lo de la puerta es porque la unidad de la izquierda es cerrada,los pacientes están encerrados,no pueden salir y la puerta se cierra con llave(para que no se escapen) y la otra tiene las puertas abiertas como en cualquier planta del hospital, y el proyecto de investigación es comprobar si se escapan o no con la puerta cerrada...

iaiao dijo...

qúe mentes más retorcidas, obligando a la gente a escoger entre libertad y culpabilidad!
Yo sería de los panolis que no saldrían ni aunque me abrieran también las ventanas. Me sentiría demasiado culpable. Por cierto, los del lado abierto son conscientes de que en teoría no "deben" salir ??

anitaselenita dijo...

Irita!

Te ecoleo!!!

Menudo facetón que tienes ahí...estoy deseando verte y que recrees el hociqueo, jaja!

Cuídate

Y cuídales...